Madrid, 13 feb (EFEAGRO).- La Unión de Estanqueros reclama al Gobierno que les permita ampliar sus servicios al pago de recibos y otras actividades financieras, en un contexto marcado por la caída de ventas del tabaco, y que estudie la «reubicación» de locales y aumentar su red en ciertas zonas para adaptarla a cambios demográficos.
Así lo defiende la principal patronal de estanqueros del país, cuyos responsables también abogan por mantener el modelo regulado vigente en España -sólo se puede abrir un estanco si se cuenta con la concesión administrativa- frente a las críticas de las autoridades de Competencia, que instan a acabar con lo que califican de monopolio.
«Competencia ha realizado algunos dictámenes -el último en 2018- que no tenían en cuenta las especiales características del tabaco y la labor del estanco como garante de su adecuada distribución», ha destacado en declaraciones a Efeagro la presidenta de la Unión de Estanqueros, Elena Viana.
La entidad considera que restringir la venta de productos del tabaco a estos establecimientos -al contrario que en otros países, donde se comercializan en supermercados y otro tipo de comercios- presenta ventajas, entre ellas un mayor control para evitar el acceso a menores.
La pandemia provocó en 2020 una caída del 8 % en las ventas de cigarrillos -dentro de los productos del tabaco, con diferencia el más demandado-, lo que deja la cifra total en 2.061 millones de cajetillas, lejos de los 4.500 millones que se comercializaban hace más de una década.
En valor, sin embargo, la bajada no es tan acusada por el aumento del precio por cajetilla: los ingresos por este capítulo han retrocedido en torno a un 22,5 % en los últimos diez años, hasta los 9.300 millones de euros.
«Las ventas han caído, y mucho, en los últimos años. Pero la incorporación de otros productos y la aparición de nuevos dispositivos vinculados al mundo del fumador -como los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado- están ayudando a que la caída sea menos dura», ha reconocido Viana, preguntada sobre el futuro de los estancos.
Según sus datos, el descenso no fue lineal y se notó más en zonas turísticas (como Baleares) por la caída de visitantes; además, se observó un trasvase de los estancos del centro de las ciudades a los ubicados en áreas residenciales, a lo que se sumó que hubo menos contrabando en las regiones más afectadas por este fenómeno, debido a las restricciones a la movilidad.
No obstante, en su opinión la crisis causada por la covid-19 ha hecho que los ciudadanos hayan «redescubierto el papel de los estancos como puntos de servicio público» -incluso fueron considerados servicio esencial-, y en los municipios más pequeños su función fue «fundamental».
«Más allá del tabaco se ofrecen títulos de transporte, fotocopias, envío de dinero, recogida de paquetería, recarga de tarjetas… Llevamos trabajando años en esta faceta del estanco como centro de servicios al ciudadano», ha subrayado.
De hecho, su objetivo es seguir ampliando la lista de servicios a ofrecer «aprovechando la capilaridad» de una red formada por cerca de 13.000 estancos.
«La declaración del estanco como comercio esencial nos ha dado la razón y, confiamos que también dé un impulso importante a este proyecto (…) A los servicios que prestamos hoy en día podrían unirse otros como el pago de recibos o servicios financieros para los que el estanco ofrece confianza, seguridad y estabilidad», ha razonado.
En este sentido, la dirigente patronal ha recordado que la propia Subsecretaría de Hacienda comparte el propósito de «impulsar el papel de los estancos como prestadores de servicios públicos».
A las autoridades también reclaman dos «movimientos» para mejorar esta red de expendedurías: reubicar los estancos que han reducido significativamente sus ingresos y permitir ampliar el número de concesiones para dar servicio a «zonas en expansión», no sin antes acometer un estudio previo del mercado para «no perjudicar el equilibrio actual».
«En los últimos años hemos visto cómo se ha producido una cierta reducción del número de estancos en lugares en los que la población ha descendido, mientras que en áreas en expansión de las ciudades no se daban licencias para abrir nuevos o permisos para trasladar alguno de los existentes. Es evidente que por ello se requiere de un ajuste en la red», ha argumentado.
Aunque no dispone de una estimación concreta, Viana ha asegurado que no sería necesario «un incremento importante» del número total de establecimientos, ya que no es una cuestión tanto de cantidad como de hacer cambios para una mejor distribución geográfica. EFEAGRO
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