Mérida, 3 oct (EFEAGRO).- Los estanqueros advierten del riesgo para la salud que supone consumir tabaco de contrabando, ya que se trata de un producto que no está sometido a controles sanitarios y los consumidores no conocen la procedencia de lo que fuman ni de que forma puede afectarles.
Así lo ha explicado Lola Abad, estanquera de Badajoz que participa en el V Congreso Frente al Contrabando de Tabaco organizado por Altadis, junto a 300 profesionales expendedores de tabaco, la mayoría procedentes de Cáceres, Badajoz, Madrid, Sevilla y Cádiz, además de agricultores extremeños, miembros de los cuerpos y fuerzas de Seguridad y Vigilancia Aduanera este jueves en Mérida.
Para Abad, este evento es una oportunidad «muy interesante» para compartir e intercambiar impresiones sobre el «mercado negro» de tabaco, un problema que afecta «bastante» a los estanqueros, ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación.
EL Congreso ha programado dos mesas redondas, la primera sobre la importancia de la trazabilidad en la lucha contra el contrabando, una herramienta para facilitar a las autoridades información sobre el mercado para el que se fabrica el tabaco y la ruta que sigue, y la segunda acerca de la experiencia de los estanqueros y su contribución contra esta práctica.
En cuanto a la situación del contrabando en España, la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo, ha asegurado que los últimos datos son «optimistas» ya que la tendencia en la venta ilícita de cajetillas se ha reducido hasta situarse en el 8,1 por ciento frente al 12,5 por ciento de hace cuatro años.
No obstante, hay zonas con cifras de comercio ilícito «muy altas», como en municipios de Málaga y Sevilla, donde el índice ha llegado a alcanzar el 60 por ciento y ahora se sitúa en torno al 30 por ciento, ya que «tienen cerca el mercado de Gibraltar donde el tabaco es más barato y la renta per cápita es menor a la media nacional por lo que los consumidores son más sensibles al precio», aunque la reducción también es significativa.
Según Ingelmo, esta tendencia a la baja se debe al «equilibrio de varios factores», entre los que ha destacado el trabajo desarrollado por los cuerpos y fuerzas de Seguridad y la Agencia Tributaria en la represión del contrabando.
A estas actuaciones se suman la salida de la crisis económica, «que ha hecho que muchos consumidores que recurrieron al comercio ilícito hayan vuelto a su estanco», así como la aplicación de una política fiscal «no basada en grandes subidas del impuesto sobre el tabaco que repercute en el precio».
Ingelmo ha subrayado la peculiaridad de la situación de contrabando en Extremadura, pues se observa una «bajada muy grande con un índice prácticamente de 0» en cuanto al comercio ilícito de cigarrillos, aunque la venta ilegal de hoja de tabaco picado es el «fenómeno que más preocupa en la región» y afecta de forma directa a los agricultores extremeños al ser la «única» región productora.