Londres, 9 oct (EFE).- Las televisiones británicas podrán anunciar cigarrillos electrónicos a partir del próximo 10 de noviembre, según una nueva norma publicada hoy por el Comité de Prácticas Publicitarias británico (CAP).
El regulador, un organismo independiente establecido por la industria, ha redactado una normativa con «estrictas» condiciones que prohíben que las campañas publicitarias asocien los cigarrillos electrónicos con los jóvenes.
El regulador aceptará campañas en las que pueden aparecer personas fumando cigarrillos electrónicos pero advierte a las marcas de que no deben crear anuncios «destinados a atraer específicamente a los menores de 18 años».
El CAP alerta asimismo de que los anuncios no pueden afirmar que los cigarrillos electrónicos son «más seguros» o «más saludables» que los convencionales, ni tampoco deben animar a los no fumadores a utilizar cigarrillos electrónicos.
Para afirmar que sus aparatos son mejores que el tabaco, las compañías deben obtener primero una autorización de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Salud británica, recalcó el Comité de Prácticas Publicitarias.
«Nos hemos movido rápido para establecer una regulación apropiada y clara sobre los anuncios de cigarrillos electrónicos», afirmó Shahriar Coupal, director del organismo regulador, a la cadena BBC.
«Mientras el debate sobre los cigarrillos electrónicos continúa, nuestro compromiso es asegurarnos de que se anuncian de manera responsable y de que los niños están protegidos», dijo Coupal.
El responsable del organismo señaló que el incremento en la popularidad de esos aparatos electrónicos ha hecho necesario publicar unas guías publicitarias más allá de la normativa general que ya les impedía atribuir al producto propiedades engañosas.
Hasta ahora, en el Reino Unido se anuncian cigarrillos electrónicos en medios de comunicación escritos, lo que seguirá siendo posible bajo la nueva regulación del CAP.
En radio y televisión, los anuncios de ese tipo de productos quedarán circunscritos a un horario que reduzca el riesgo de que los niños puedan verlos o escucharlos.
En septiembre, un equipo del University College London publicó un estudio que afirma que por cada millón de fumadores que cambiara el tabaco por los cigarrillos electrónicos se prevendrían más de 6.000 muertes prematuras cada año en el Reino Unido.
A pesar de que algunos expertos insisten en que los cigarrillos electrónicos salvan vidas, la Organización Mundial de la Salud recomienda prohibir su uso en espacios cerrados y la venta a menores. EFE