Bruselas, 23 nov (EFE).- La prohibición de vender en la Unión Europea tabaco con sabor para cigarrillos electrónicos se hizo efectiva este miércoles, si bien los Estados miembros disponen aún de once meses para adaptar su legislación hasta que esos productos queden totalmente excluídos del mercado común.
El tabaco calentado sigue así los pasos del tabaco tradicional de sabores como el mentolado, cuya venta está prohibida en la UE desde 2020.
La nueva restricción responde a la propuesta que planteó la Comisión Europea el pasado junio para acabar también con las ventas de ese subproducto de la industria del tabaco para cigarrillos electrónicos como parte de estrategia contra el cáncer del Ejecutivo comunitario, dado que el 27 % de todos los cánceres se atribuyen al tabaco.
Según esa iniciativa legislativa, la prohibición quedaría formalmente adoptada si no encontraba oposición de los Estados miembros ni del Parlamento Europeo, como ha sido el caso.
El Ejecutivo comunitario se basó en un estudio de la propia Comisión Europea que arrojaba que en al menos cinco Estados miembros las ventas de tabaco de sabores para cigarrillos electrónicos han aumentado un 10 % y que los volúmenes de ventas al por menor superan en un 2,5 % las ventas totales de productos del tabaco en la Unión, condiciones previstas para actualizar automáticamente la normativa.
«Con nueve de cada diez cánceres de pulmón causados por el tabaco, queremos que fumar sea lo menos atractivo posible para proteger la salud de nuestros ciudadanos y salvar vidas», dijo entonces la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides.
En concreto, el incremento medio en la UE entre 2018 y 2020 fue del 2009 %, con alzas de «más del 999 %» en Alemania, Hungría, Italia, República Checa y Polonia, un 406 % en Francia o un 180 % en Portugal, según el informe, que no desglosa datos para España.
Ese mismo estudio, elaborado con datos de 2020, atribuía al tabaco calentado una cuota de mercado del 3,51 % en el consumo de tabaco en la UE, donde los cigarrillos tradicionales siguen dominando el mercado (81,31 %).
Con todo, y dado que ni los Veintisiete ni la Eurocámara han objetado la actualización del marco legislativo, la norma se ha publicado en el Diario Oficial de la UE y las capitales disponen ahora de ocho meses para hacer efectiva la prohibición, a lo que se añadirá un período de transición de tres meses para agotar las existencias, de forma que las nuevas reglas se aplicarán plenamente a partir de octubre de 2023
Bruselas aspira a que en 2040 menos del 5 % de los europeos fumen, frente al 25 % actual, y sostiene que la fiscalidad del tabaco es «uno de los instrumentos más efectivos para luchar contra el consumo, en particular en para disuadir a los jóvenes de empezar a fumar».
Por ello, el Ejecutivo comunitario trabaja en una revisión de la Directiva Sobre Productos del Tabaco y en la Directiva de Fiscalidad del Tabaco, así como en el marco jurídico sobre las compras transfronterizas por parte de particulares, explican fuentes comunitarias, entre otras medidas.