En los últimos meses se han producido nuevas modalidades de estafa por las que los comerciantes y, especialmente los estanqueros, se han convertido en víctimas.

El engaño es muy sencillo pero eficaz. El comerciante recibe una llamada telefónica de alguna empresa potencialmente vinculada al negocio (servicios de mensajería, empresas de envío de dinero, entidades bancarias…). El estafador informa de una situación extraordinaria para la que es necesario realizar un pago urgente antes de que pueda generarse una pérdida importante o un recargo. El pago, que suele rondar los 1.000 euros, suele reclamarse a través de algún sistema de pago virtual, con mucha urgencia. En ocasiones, el estafador conoce el nombre de algún responsable de la empresa a la que dice pertenecer e, incluso, finge conversar con esa persona por otra línea.

Ante este tipo de situaciones, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado recomiendan:

– Calma y prudencia ante peticiones económicas que no sigan los procedimientos habituales.
– No facilitar ningún dato personal.
– No facilitar ningún dato bancario.
– Siempre verificar la identidad de la persona con la que hablamos.
– Comprobar el número de teléfono que nos llama: a menudo es un prefijo extranjero que nos avisa del riesgo.
– En caso de duda, confirmar el origen de la llamada hablando con un responsable de la empresa.
– Desconfiar de las amenazas y/o urgencias para realizar pagos no justificados.
– No realizar trámites legales, ni por correo electrónico, ni por teléfono, que supongan un pago o la aceptación de condiciones específicas, si no se está seguro de lo que estamos haciendo en todo momento.

Y si a pesar de las precauciones, hemos sido víctimas de un delito, comunicarlo rápidamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.