Bruselas, 31 jul (EFE).- El 8,7 % de los cigarrillos consumidos en la Unión Europea (UE) en 2017, unos 44.700 millones de unidades, era tabaco falsificado y de contrabando, según la última edición del informe Project SUN, elaborado por KPMG y difundido por British American Tobacco (BAT), publicada hoy.
El texto, que estudia el mercado de cigarrillos ilícitos en Europa, revela que los países que contabilizaron el mayor volumen cigarrillos falsificados y de contrabando fueron, por orden, Francia, Reino Unido, Polonia, Alemania y Rumanía.
En 2017 descendió un 7,4 % el consumo de este tipo de tabaco en la UE con respecto al año anterior, pero la pérdida en ingresos por impuestos en toda la UE siguió siendo prácticamente la misma, al situarse en unos 10.000 millones de euros.
En el Reino Unido e Irlanda el consumo de este tipo de cigarrillos creció hasta el 18 % y el 20 %, respectivamente, dos de las mayores tasas en la UE.
Ello podría explicarse por la diferencia de precio de la cajetilla con respecto a las de otros países fuera de la UE, que está en los 8 euros.
Según el informe hay redes de delincuencia organizada que trafican regularmente grandes cantidades de cigarrillos a la Unión Europea, sin embargo, dentro de la Unión buena parte de las incautaciones sigue siendo pequeña en volumen.
Ello indica una tendencia continua hacia el «contrabando de bajo volumen y alta frecuencia», incluso a través de paquetes rápidos y servicios postales.
Se trata de un comercio que presenta una actividad de bajo riesgo pero con altos beneficios para los grupos de delincuencia que operan a escala trasnacional.

Publicada el: 31 julio 2018 / Categorías: Noticias Sector / Etiquetas: , , , , , /