Lleida, 16 ene (EFE).- La Guardia Civil ha desarticulado una banda criminal que operaba desde Lleida, Valencia, Alicante y Sevilla traficando con tabaco de marcas falsificadas, ha detenido a doce personas y ha aprehendido un total de 2.434.430 cajetillas de tabaco, valoradas en 11.183.753,25 euros.
Según ha informado este lunes el cuerpo, la denominada «Operación Petres-Lleida» se inició en diciembre de 2021, al tener conocimiento de la existencia de una organización criminal dedicada al contrabando de tabaco entre España y Portugal, a la que también se ha encontrado 51.780 euros en efectivo.
Los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Lleida han podido desarticular una banda «perfectamente estructurada y jerarquizada», cuya cabeza y máximo responsable era de nacionalidad búlgara y, aunque estaba asentado en Valencia, tenía ramificaciones en Alicante, Lleida, Sevilla y Portugal.
Almacenes estratégicos
Durante el operativo encontraron «almacenes estratégicos de almacenamiento» del tabaco desde los que lo distribuían por distintos puntos de la geografía española y portuguesa, así como cuatro turismos y dos camiones, uno de ellos de gran tonelaje.
Los conductores de los mismos, todos ellos miembros de la organización, solían tomar medidas extraordinarias con el fin de evitar cualquier seguimiento y localización.
Por su parte, los almacenes estaban vigilados las 24 horas del día, para detectar la presencia policial.
Además de las cajetillas intervenidas en las cuatro provincias españolas, la Guardia Nacional Republicana de Portugal intervino a su vez el contenido de un camión de la organización con 67.500 cajetillas de tabaco falsificado, valorado en 270.000 euros.
Por todo ello, se desprende que la organización criminal tenía capacidad de distribución de alrededor de 100 millones de euros en tabaco de contrabando de diversas marcas comerciales en España y otros países, aunque no ha podido determinarse dónde se fabricaba.
Los detenidos, 10 hombres y 2 mujeres de nacionalidades española, búlgara, suiza y portuguesa y de unas edades comprendidas entre los 46 y los 78 años, pasaron a disposición judicial, quedando todos ellos en prisión.
Esta operación es la más importante realizada por la Guardia Civil de Lleida y una de las importantes de España, según el cuerpo.
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