Nueva Delhi, 12 nov (EFE).- La Conferencia de las Partes (COP7) del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT) concluyó hoy una semana de reuniones en Nueva Delhi con el compromiso de aumentar la cooperación para seguir luchando contra el tabaco en todo el mundo.
Al término de cinco días de trabajos, realizados a puerta cerrada y lejos del escrutinio de los medios, el mecanismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se congratuló hoy de los avances para luchar contra los peores augurios de que el tabaco matará a alrededor de 1.000 millones de personas en el siglo XXI.
En las sesiones, en las que han participado delegados de 179 países y organismos internacionales, se acordó aumentar la cooperación técnica en la lucha en los tribunales contra la industria del tabaco, aunque no se consiguió consenso en asuntos como el apoyo a los cigarrillos electrónicos.
En un comunicado emitido al final de la reunión, el COP7 llamó hoy a las partes a intensificar las acciones multisectoriales y la cooperación para responder a las estrategias de la industria del tabaco «de minar y subvertir» el control de este producto.
«A pesar del trabajo duro de todas las partes, es triste ver su interés, una vez más, ser promocionado en la sala», indicó la jefa de la Secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco, Vera Luiza da Costa e Silva, al denuncia la interferencia de esa industria y su determinación «a minar y distraer» del objetivo global de luchar contra el tabaco.
La Asociación Internacional de Productores de Tabaco (ITGA) rechazó ayer los comentarios de Costa por sus críticas a la industria y su falta de inclusión «como parte en este proceso» en un diálogo sobre un asunto que, subrayaron, afecta a 30 millones de agricultores en todo el mundo.
«Los delegados de la ITGA que han seguido las reuniones de la COP7 han leído los comentarios de la señora Silva con perplejidad», indicó la asociación en un comunicado emitido el jueves tras las críticas vertidas por la responsable del organismo contra la industria.
Además, la ITGA exigió al mecanismo que cumpla el compromiso asumido en la ronda de Moscú, cuando se pidió a los gobiernos ayuda a los productores de planta de tabaco en la diversificación de los cultivos, algo que, según dicen, «después de diez años y de millones» invertidos todavía no se ha visto reflejado en un solo informe que muestre alternativas viables.
Costa se mostró hoy comprometida con los productores diferenciándolos de la industria.
«Tenemos la obligación de proteger a los miembros vulnerables de la cadena de producción del tabaco, los agricultores (…) mediante el desarrollo de alternativas sustentables y serias que les den un mejor futuro a ellos y sus familias», dijo Costa.
Jorge Adolfo Vega, coordinador para Latinoamérica de Corporate Accountability International (CAI), organización que participó en las reuniones como sociedad civil, celebró en declaraciones a Efe el impulso dado en Nueva Delhi al artículo sobre responsabilidad que «abre las puertas para poder responsabilizar a la industria tabacalera civil y penalmente».
Según dijo, en Delhi se acordó «crear una base de datos que va a incluir a los expertos» que pueden asesorar ante posibles causas judiciales, algo que ya existe pero que ahora va a recibir un mayor respaldo técnico.
Además, destacó el acuerdo en la creación de «un centro de conocimiento» sobre protocolos en el manejo de los contactos con la industria del tabaco para evitar «interferencias» y aumentar la transparencia de los actores públicos en el manejo de este asunto.
En Delhi no se consiguió consenso en torno a los sistemas de cigarrillos electrónicos, solicitando más investigación independiente que pueda arrojar luz sobre los posibles efectos nocivos que puedan tener, así como su asociación comercial con sus supuestos efectos benéficos para la salud.