Una de las señas de identidad de la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre es, sin ningún lugar a dudas, su decidido compromiso con el control del acceso al tabaco de los menores de edad. Por eso, la Unión de Estanqueros ha puesto en marcha la campaña “Si eres menor, no me pidas tabaco”.
Desde la aprobación de la Ley del Tabaco, los estanqueros son los garantes de la protección del menor frente al tabaco impidiendo que adquiera este producto en nuestros comercios.
Lo más importante para el estanquero no es que lo prohíba la Ley, sino nuestro compromiso social, establecido de forma natural. El estanco es mucho más que un comercio de cercanía, es un comercio de confianza. Los estanqueros forman parte del barrio o el pueblo en el que están ubicados, conocen a sus clientes y conocen a los hijos de estos. Y en ningún caso van a poner en peligro esa relación de confianza que ha existido desde siempre entre el estanquero y su entorno. Sería muy poco inteligente tirar por la borda esa confianza.
Pero por si alguien tiene dudas o tentaciones, la Ley se encarga de poner los límites muy claros: la venta de tabaco a menores es una infracción grave y puede suponer sanciones muy importantes para el estanquero, de hasta 10.000 euros.