Algeciras (Cádiz), 7 jun (EFE).- La detención en La Línea de la Concepción (Cádiz) de Antonio Tejón, uno de los dos hermanos que lidera la banda de los Castañas, supone otro golpe al narcotráfico en el Campo de Gibraltar, poco después de que se entregase el conocido como Messi del hachís, el cabecilla de la otra gran banda.
Hace nueve meses se entregó Abdellah El Haj Sadek, el Messi del hachís, que actualmente se encuentra en libertad provisional pendiente de ser juzgado tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
La historia reciente de ambos guarda un cierto paralelismo, ya que los dos huyeron a Marruecos después de sendas intervenciones policiales contra sus bandas y los dos fueron arrestados cuando regresaron a España.
A finales de 2016, un dispositivo formado por más de 150 agentes permitió la detención en Cádiz y Marruecos de 30 miembros de la banda de los Castañas. No obstante, varios de los investigados no fueron detenidos y huyeron a Marruecos, entre ellos los dos hermanos que lideraban la organización.
Tras la emisión de la orden de busca y captura internacional, hace un año, la policía detuvo en un hotel de Tetuán (Marruecos) a Antonio Tejón, el Castaña, que se iba a encontrar con su mujer. Su extradición a España no llegó a producirse, lo que aprovechó para volver a escapar.
Regresó a España, al parecer en una semirrígida, y desde entonces ha estado escondido, al igual que su hermano, en La Línea, protegido por su «ejército» particular, el mismo que liberó a un detenido del Hospital de La Línea el pasado mes de febrero.
Desde su regreso, el Castaña ha ido cambiando constantemente de residencia entre las muchas casas que posee en el Campo de Gibraltar, y los intentos de detenerlo, a él y a su hermano, se han multiplicado desde entonces. Siempre lograba escapar, hasta la pasada noche.
Los Castañas, según fuentes policiales, empezaron como ladronzuelos de poca monta en La Línea. Luego comenzaron a robar mercancía a contrabandistas de tabaco y hace casi dos décadas dieron el salto al tráfico de hachís.
Para el contrabando de tabaco desde Gibraltar utilizaban lanchas, aunque tuvieron que hacerse con embarcaciones mucho más potentes para traer la droga desde Marruecos.
En todos estos años han introducido incontables toneladas de hachís y pueden ser responsables del 80 por ciento de esta droga que entra desde el Campo de Gibraltar con destino a toda Europa, según una fuente policial, que bromea diciendo que Los Castañas deben tener «zulos donde cabe más dinero que en un banco».
Esta banda lleva un alto tren de vida: los mejores hoteles de Marbella, yates de lujo, palcos privados de importantes partidos de fútbol. No obstante, las millonarias ganancias que les ha reportado el narcotráfico han sido lo que ha permitido a la justicia llegar hasta ellos.
Fue una investigación fiscal de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de Málaga la que permitió que se dictara la orden de búsqueda y captura más importante que pesa sobre esta organización, en una operación en la que se les decomisó una quincena de propiedades.
Aunque el mayor de los Castañas, Francisco, al que llaman Isco, sigue escondido, la detención del hermano menor supone un éxito en la batalla contra el narcotráfico en la comarca.
Sobre todo, teniendo en cuenta que el otro gran narcotraficante de la zona, el Messi del hachís, se entregó en noviembre pasado y llegó a un pacto con la Fiscalía por el que, aunque ahora está en libertad provisional, podrá ser juzgado.
El fiscal jefe de área, Juan Cisneros, en una reciente entrevista con Efe, defendió este pacto por el que Abdellah El Haj Sadek, después de entregarse, quedó en libertad tras el pago de una fianza de 80.000 euros, la entrega de su pasaporte y su compromiso de comparecer en el juzgado diariamente.
De esta manera, según explicó el fiscal, ahora podrán completarse las dos causas judiciales que tiene abiertas en España y que, de otra forma, estarían paralizadas.