Madrid, 19 may (EFE).- El tabaco mentolado desaparece de los estancos a partir de mañana miércoles, un producto clásico que por momentos incluso llegó a convertirse en un icono pese a que en España su peso siempre fue residual durante los más de 50 años que ha estado a la venta.
Su prohibición viene de Bruselas, ha sido largamente anunciada y afectará a un número reducido de fumadores en el caso español: según la Mesa del Tabaco -entidad que agrupa a todo el sector, desde cultivadores hasta marcas y estancos- supone un 3 % del total de ventas, aunque en Canarias son la excepción y allí la cuota de mercado triplica la media y ronda el 10 %.
La Comisión Europea aprobó acabar con los cigarrillos con sabores y aromas en 2016 (aunque al mentolado le concedió una moratoria que expira ahora), en una decisión que sus responsables justifican para evitar hacer del tabaco un producto más atractivo de cara a la gente joven.
No obstante, la norma no afecta al tabaco para pipa de agua (también conocida como cachimba), ni a los llamados «productos de nueva generación», como el tabaco calentado (del que en España existen dos referencias mentoladas a la venta), ni a los cigarrillos electrónicos (que no llevan tabaco sino líquidos, la mayoría con nicotina).
Población negra y mujeres, primeros objetivos comerciales
Nacido el tabaco mentolado en los años 20 en Estados Unidos, documentos difundidos por la propia industria tabaquera y recogidos por el Centro para Control, Investigación y Educación sobre el Tabaco de la Universidad de California San Francisco (UCSF) revelan que en sus inicios fue un producto especialmente dirigido comercialmente a la población negra y a las mujeres.
Así lo reflejan los anuncios publicitarios de la época, con mujeres en la playa que hablan de un cigarrillo «más fresco» o estrellas negras del béisbol y la música como Elson Howard o James Brown que cedían su imagen para las campañas.
A finales de los 70, el mentolado suponía casi un 30 % de las ventas de tabaco en Estados Unidos; en España, su aterrizaje se produjo en la década de los 60.
«El tabaco mentolado llegó de la mano de marcas estadounidenses. Sólo se podían vender como artículo de importación o bajo licencia, y tenían unos impuestos muy altos, por lo que eran más caros. Eso hizo que sólo lo fumara la clase alta de la época, era una forma de distinguirse», rememora para Efea Miguel Luengo, directivo durante casi tres décadas en empresas del sector.
Tabacalera, entonces un monopolio estatal, lanzó la enseña Piper para competir con otras como Paxton; posteriormente, grandes marcas como Marlboro también vendieron su versión mentolada en el país.
El sistema de doble «click» lo resucitó»
En España siempre ha sido poco relevante, al contrario que en otros países, como Alemania o Finlandia -en este último han llegado a suponer el 25 % del mercado-. Aunque en los últimos años la llegada de las cápsulas en los filtros ha sido una innovación que resucitó la categoría», explica Luengo.
La novedad consistía en presionar una especie de botón ubicado en el filtro hasta escuchar «click», momento en el que se liberaba mentol; desde el próximo día 20, también estarán prohibidos.
Los estanqueros europeos pidieron recientemente aplazar la entrada en vigor de la normativa porque la pandemia de la covid-19 ha alterado sus previsiones para deshacerse de todo el «stock», pero Bruselas denegó esa opción.
«Es un producto que se vende, pero no creo que me afecte mucho», tercia en declaraciones a Efeagro un estanquero español; ante la pregunta de qué hará a partir del día 20, Álvaro M., fumador de mentolado, se muestra resignado: «Supongo que acabaré fumando del normal. Me tendré que aguantar».