Pamplona, 7 feb (EFE).- La Guardia Civil de Navarra ha desarticulado un grupo criminal al que se acusa de numerosos robos con fuerza en la Comunidad Foral (siete), Madrid (dos), Huesca (uno) y Toledo (uno) en una operación que se ha saldado con seis personas detenidas y una investigada.
Los presuntos autores, todos de origen rumano y con antecedentes policiales a nivel internacional, están acusados de once delitos de robo con fuerza, un delito de falsedad documental, un delito de apropiación indebida y otro delito de pertenencia a Grupo Criminal, según informa la Comandancia de Navarra, que indica que cinco han ingresado en prisión.
Se calcula que el perjuicio económico a las víctimas de los robos investigados rondaría los 800.000 euros, a lo que habría que sumar los daños producidos en los diversos establecimientos violentados, que estaría en torno a los 200.000 euros.
La operación «Dantxaria» se puso en marcha tras tener conocimiento de varios robos en las ventas localizadas en la frontera de Navarra con Francia, en Dantxarinea e Ibardin.
En los robos, cometidos durante los primeros meses del 2018 se apropiaron de un «suculento botín» de tabaco y joyas, que fueron posteriormente puestos a la venta en el mercado negro.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra asumió la investigación en la que se determinó que los autores utilizaban un «punto oscuro» en los sistemas de alarmas de los que disponían los establecimientos, lo que hacía que las alarmas no se dispararan y les permitía actuar sin ser descubiertos.
Esto, unido al uso de dispositivos electrónicos, vehículos lanzaderas y de vigilancia y sistemas de comunicaciones, evidenció la profesionalización de los autores, que se dedicaban a robar de manera itinerante, abandonando inmediatamente la provincia para evitar ser detectados.
El estudio y el análisis de las comunicaciones obtenidas a partir de las intervenciones telefónicas permitieron evidenciar que formaban un grupo criminal formado por dos células, una de ellas asentada en la localidad madrileña de Valdemoro y la otra en Rumanía, de donde eran originarios.
Los implicados residentes en Rumanía se desplazaban a España, según la citada fuente, para llevar a cabo las acciones delictivas y abandonaban el país inmediatamente después.
Durante la operación se practicaron tres registros domiciliarios en Gerona, Toledo, y Madrid, en los que se detuvo a seis personas, mientras que una séptima está siendo investigada.
Además se han intervenido un vehículo, varios terminales móviles, numerosas tarjetas de telefonía, así como efectos sustraídos en los robo como televisores, un ordenador, cámaras fotográficas, relojes u oro.
La detención de dos de los implicados se realizó en el momento que intentaban huir del país para evitar la acción de la justicia, habiéndose interpuesto por parte del Juzgado Instructor otras tres Órdenes Europeas de Detención y Entrega contra los autores de los hechos que no pudieron ser localizados en España.