Sevilla, 21 jul (EFEAGRO).- La Agencia Tributaria y la Policía Nacional han intervenido 52 toneladas de picadura de tabaco de contrabando que estaban almacenadas en dos naves de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y que se camuflaban para ser distribuidas en cajas reutilizadas de productos como jamón o embutidos.
La operación, en la que han sido detenidas ocho personas, tuvo lugar el 18 de julio y ha sido dada a conocer hoy por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, y representantes de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional.
Según ha detallado Sanz, la picadura de tabaco incautada habría alcanzado en el mercado un valor de 8 millones de euros.
La organización tenía gran capacidad de almacenaje, elaboración y distribución del tabaco, y ocultaba su actividad ilícita bajo la apariencia de una empresa de distribución normal.
En el momento del operativo las dos naves se encontraban «en pleno funcionamiento», con varias personas manipulando el tabaco.
Las hojas tenían procedencia diversa, ya que se han detectado algunas de países europeos como Polonia y otras de Zimbabue, Mozambique, Brasil o Malawi.
Las hojas eran convertidas en las labores de tabaco tras ser manipuladas, pesadas y embolsadas, se camuflaban en cajas reutilizadas de otros productos para ser distribuidas, y las ventas se efectuaban a través de internet.
Además, junto a la picadura se encontraron, preparadas para su distribución, más de 6.000 unidades de máquinas de picado manual.
La organización contaba con oficinas con numerosos equipos informáticos y varias personas que se encargaban de los pedidos, de contactar con los proveedores y clientes, y que elaboran incluso facturas para dar apariencia de legalidad a la actividad.
Las naves carecían de medidas de seguridad para los trabajadores e incumplían todas las medidas sanitarias para la manipulación de estos géneros de consumo, con condiciones higiénicas «muy deficientes», lo que sumaba graves riegos a los productos.
A los detenidos se les imputan presuntos delitos de contrabando y contra la salud pública, y no se descartan nuevos arrestos, ya que la investigación sigue abierta.
La operación se inició después de que la Policía Local diera aviso a la Policía Nacional de la existencia de una presunta actividad ilícita en esas naves, aunque la organización ya estaba siendo objeto de especial control por parte de la Agencia Tributaria en colaboración con Vigilancia Aduanera.
Fruto de esas actuaciones se habían incoado varios expedientes administrativos por la comercialización ilícita de hojas de trabajo picado en establecimientos de venta al por menor que eran titularidad de la organización.
En todos esos casos se habían acordado y ejecutado cierres temporales de los establecimientos.
En la intervención en las dos naves, además de los 8 detenidos y las 52 toneladas, se requisaron dos vehículos y maquinaria industrial valorada en 400.000 euros.