Alicante, 26 mar (EFE).- La Policía Nacional ha impedido la puesta en marcha de una fábrica clandestina de tabaco en Elche (Alicante) y ha intervenido material con el que podrían haber elaborado cerca de 40 millones de cigarrillos -dos millones de cajetillas- y defraudado más de 6,5 millones a la Hacienda Pública.
En la operación han sido detenidos cinco ciudadanos búlgaros, miembros de un grupo especializado en delitos de contrabando, contra la propiedad industrial, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y contra la hacienda pública.
Según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, atendiendo a sus condiciones de salubridad, las instalaciones «podrían haber causado daños importantes a la salud de los consumidores».
Además, con su venta habrían vulnerado los derechos de propiedad industrial de dos importantes marcas tabaqueras, según las mismas fuentes.
La investigación comenzó al tener indicios sobre la posible instalación de una fábrica clandestina de tabaco en la localidad alicantina.
La información apuntaba a que detrás del desarrollo de esta actividad ilícita se encontraba una organización asentada en Bulgaria y con ramificaciones en diferentes países de la Unión Europea.
Además, se comprobó que la organización disponía en España de un almacén de seguridad que utilizaban para la primera recepción del material y, tras depositarlo allí varios días, lo trasladaban a la fábrica.
A finales de noviembre de 2016 se tuvo conocimiento de la llegada de un camión conteniendo maquinaria industrial para la fabricación ilegal de cigarrillos, cuyo destino era Elche.
En marzo del presente año se descubrió un traslado del tabaco ilícito al municipio alicantino y se pudo localizar una nave alquilada por la organización.
Con esta información, se realizó una entrada y registro en la fábrica, procediendo a la detención de cinco ciudadanos búlgaros, algunos de ellos con antecedentes por estos mismos delitos en Bulgaria y España.
La nave se encontraba perfectamente acondicionada con habitáculos para la estancia de los trabajadores, con camas y duchas, además de una zona común con cocina y comedor.
Se encontró también material suficiente para insonorizarla y un dispositivo de inhibición de señales para impedir el contacto telefónico de los trabajadores con el exterior.
Parte de la organización fue desmantelada en un operativo realizado en julio del 2016, en el que los agentes también desmantelaron una nave similar, ubicada en una zona aislada, en la que habían instalado maquinaria industrial comprada en países de Europa del Este.
La hoja de tabaco la compraban a granel en países tradicionalmente productores de la misma y los trabajadores se desplazaban desde Bulgaria cada campaña para trabajar encerrados y a destajo, entre dos semanas y un mes, en la elaboración de tabaco falso e ilícito.
El dispositivo desarrollado el pasado verano concluyó con el desmantelamiento de tres fábricas clandestinas de tabaco; en Toledo, Salamanca y Málaga, con la detención 22 personas y la incautación de maquinaria y material por valor de 7,96 millones de euros.